Hoy forma parte de nuestra vida cotidiana y somos conscientes de que salva muchísimas vidas, pero el ubicuo cinturón de seguridad tuvo un «parto» extraordinariamente complicado que estuvo colmado de aceradísimas críticas.
En un emotivo spot que pone el acento en los supervivientes de accidentes de tráfico Volvo echa la vista atrás y recuerda precisamente los difíciles inicios del cinturón de seguridad.
Cuando la célebre marca sueca introdujo allá por 1959 el cinturón de seguridad de tres puntos, éste se convirtió en diana en críticas absolutamente tremebundas (y casi increíbles miradas en retrospectiva). De hecho, algunos llegaron a calificar tan fenomenal invento de «violación de los derechos humanos».
En el anuncio diferentes personas que han tenido la fortuna de sobrevivir a accidentes de tráfico dan voz a las lacerantes críticas con las que tuvo que enfrentarse en sus inicios el cinturón de seguridad. Y el espectador jamás tiene oportunidad de escuchar sus historias, pero la elipsis (completamente deliberada) no resta emoción alguna al spot.
Al final del anuncio Volvo recalca que su cinturón de seguridad (ese que algunos no querían ver ni en pintura cuando salió por primera vez del cascarón) ha salvado más de un millón de vidas.
Este año, y fiel a su compromiso con la seguridad vial, Volvo ha implementado un límite de velocidad en todos sus vehículos y está instalando asimismo cámaras en sus coches a fin de poner coto a las eventuales distracciones al volante.
Tales cambios son tan controvertidos como lo fue en su día el cinturón de seguridad, admite la compañía sueca. «La seguridad ha sido siempre el epicentro de Volvo Cars. Y no es modo alguno inaudito que algunas de nuestras innovaciones se toparan de bruces con no pocas resistencias cuando fueron introducidas por primera vez», explica Mike Johnstone, head of brand management de Volvo Cars. «A veces que hay que tomar decisiones incómodas y controvertidas para hacer lo correcto», enfatiza.
«A Millon More» (así se llama el último y emotivo anuncio de Volvo) lleva la rúbrica de la agencia Forsman & Bodenfors y está impregnado de una hermosa melodía firmada para la ocasión por el joven compositor Jacob Mühlrad.
«Mi ambición no era otra que encontrar una melodía que estuviera en sintonía con las emotivas historias que se muestran en el anuncio. Vi las entrevistas sin cortes con los protagonistas y me inspiré en la lentitud y la fragilidad de sus voces», explica Mühlrad.