¡Qué buenos momentos! Los millennials que nacieron en la década de los ochenta han impulsado esta tendencia basada en la nostalgia: la idea es conectar con más tranquilidad un mundo muy agitado a través de aquellos objetos clásicos que hicieron parte de nuestros momentos felices. ¿Sabe cuál es su objeto vintage favorito?
Todo gira alrededor de la nostalgia: el mundo agitado de hoy hace que deseemos volver a aquellos momentos que nos hicieron felices y, por supuesto, para hacer la vivencia más real, nada mejor que rescatar los objetos del pasado: así fue como la tendencia vintage regresó.
La experta en negocios internacionales y colaboradora de Fobes, Lauren Friedman, explica que esta tendencia ha funcionado tan bien porque los ‘Millennials’ tienen una gran necesidad de conexión: este deseo está mucho más marcado en quienes nacieron en la década de los noventa.
Sin embargo, lo vintage, lo retro y lo antiguo no son lo mismo.
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Martha Reyes, experta en decoración, explica que lo vintage es un estilo que toma elementos de un pasado cercano y representativo de una época concreta.
Por su parte, lo retro se refiere más a artículos con una estética del pasado pero que tienen funcionalidad en la actualidad.
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Finalmente, lo antiguo hace referencia a artículos de siglos pasados que tienen un valor actual por sus acabados o por quien los creó.
Así que lo que está imperando en este momento es una mezcla entre la tendencia vintage y los objetos retro.
Pero ¿por qué volvimos a lo retro?
La nostalgia se apodera de nosotros: la experta en Marketing y Negocios Internacionales, Melisa Pinto Celis, explica por qué lo retro se ha convertido en tendencia: “La fiebre vintage se ha tomado hasta la venta de un postre.
Desde siempre ha existido la pasión por el pasado y si le sumamos los nuevos retos de las marcas, tenemos que esta tendencia se ha convertido en global.
La idea es ofrecer de nuevo al público que ya lo vivió y a las nuevas generaciones una experiencia ya vivida”.
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La experta explica que se trata de un fenómeno muy interesante: en un momento consideramos basura a esta vieja tecnología, pero hoy son tema de colección.
“El mercado global hoy depende bastante de esta tendencia. La generación de los millennials, que creció con muchos deseos sin cumplir, combinados con avances tecnológicos que no están al alcance de muchos, da fuerza al gusto retro”, explica la experta.
Pinto Celis explica que también tiene que ver con la vida agitada de alta conectividad que vivimos hoy: “vuelvo a ese objeto que sé usar, que me da tranquilidad, una sensación de paz”.
Además, la experta explica que los consumidores de lo vintage tienen un perfil interesado por el medioambiente y la sostenibilidad…
Y por supuesto, la economía: “las personas quieren hacer una conexión más de amigos, más familiar.
Entonces comienzan a publicar en redes sus proyectos. ¿Qué se hace con las cosas que se pueden reutilizar?
Las grandes compañías empiezan a pensar en cómo participar de este mercado. Y así lo vintage se convierte en ‘mainstream’: algo muy popular”.
