Larry Page y Sergei Brin creadores de Google, añadieron los famosos backlinks o enlaces entrantes a una página web que sirven como parámetros a la hora de valorar la autoridad de una web.
Un planteamiento que tenía mucho sentido al momento de incluir un link que redirija a sus visitantes hacia la web.
Sin embargo, empezaron a surgir los famosos backlinks que poseen un origen irregular. Y desde entonces, la capacidad para que Google los detecte ha mejorado mucho.
Dentro de los backlinks tóxicos que han surgió se encuentran: Los sitios que se han creado solo con el fin de enlazar, sitios que no están indexados por Google, están ocultos en el pie de la página de un sitio web y aparecen en cada página de un sitio web.
Normalmente estos backlinks tóxicos tienen rasgos en común que ayudan a identificarlos como por ejemplo: páginas con nombres sospechosos, dominios de países lejanos o con contenido ajeno a tu marca.
Dentro de la suite de Semrush existe una herramienta llamada Backlink Audit pensada en poder eliminar todos esos enlaces tóxicos que tanto nos interesa.