Una plataforma ERP (siglas de ‘Enterprise Resource Planning’ o ‘Planificación de Recursos Empresariales’) es un conjunto de aplicaciones de software integradas, que nos permiten automatizar la mayoría de las prácticas de un negocio relacionadas con los aspectos operativos o productivos de nuestra empresa, facilitando y centralizando la información de todas las áreas que la componen: compras, producción, logística, finanzas, recursos humanos, marketing, servicios, proyectos y atención al cliente.
Los sistemas de gestión de recursos empresariales o ERP desarrollados por empresas como Geinfor se han generalizado, lo cual resulta comprensible si tenemos en cuenta su aportación de valor a la cadena productiva y su adaptabilidad a los cambios del nuevo paradigma digital. Sus rasgos lo han convertido en un factor diferencial dentro del segmento del eCommerce y las empresas industriales.
Pero, ¿cuáles son sus principales beneficios y por qué cada vez tienen un mayor peso dentro de las empresas? A continuación, compartimos contigo tres ventajas clave. ¡Toma nota!
3 ventajas de la integración de un ERP en tu negocio que deberías conocer:
1. Se puede adaptar a las necesidades de la empresa
Uno de los principales puntos fuertes de los ERP es su flexibilidad. Gracias a que su funcionamiento se basa en un sistema de módulos, puede ser configurado de forma personalizada para responder a las necesidades y particularidades de cada empresa, lo cual implica, un entorno dinámico y susceptible de sufrir tantas actualizaciones como sea necesario a partir de la reingeniería de procesos. Su escalabilidad constituye una de las principales razones por las que cada vez más empresas optan por la instalación de un software empresarial ERP. Al final, se trata de un recurso orgánico que se ajusta de forma precisa a la evolución de la empresa respondiendo a la aparición de nuevas necesidades, por lo que, hablamos de una herramienta escalable que puede sufrir ampliaciones de forma indefinida en función de las exigencias de la empresa y el mercado.
2. Optimización de los flujos de trabajo, incremento de productividad y mayor eficiencia
Las tareas tediosas y repetitivas que no aportan valor constituyen, de forma indirecta, fugas de productividad pues exigen de una considerable inversión en concepto de capital humano y tiempo. No obstante, la sistematización y automatización de tareas a partir de un ERP repercute de forma directa en la productividad a partir de modelos metodológicos más simplificados en los que las tareas de menor valor dejan de ser manuales.
Sin duda, uno de los principales puntos fuertes que caracterizan a los sistemas de gestión de recursos empresariales es la liberación de una carga de trabajo. Gracias a ésta, es posible llevar a cabo una sustitución de aquellas labores o funciones más tediosas por otras más creativas e innovadoras, que, también son, más productivas y de mayor valor.
La integración de un ERP multiplica las prestaciones de la infraestructura empresarial en materia de inteligencia y aprovechamiento de recursos lo cual favorece la minimización de costes y el incremento de los beneficios. En definitiva, ayuda a amplificar los márgenes de inversión en aquellos ámbitos que realmente proporcionan valor a la empresa.
3. Seguimiento más controlado sobre la cadena de valor
La integración de un ERP facilita la conexión entre los clientes, los proveedores y la empresa, por lo que, mejora la coordinación de recursos y la integración de colaboradores e implicados en la cadena de valor.
Además, por otro lado, influye positivamente sobre los flujos comunicacionales evitando problemas de sincronización o duplicidades.