La compañía presenta la nueva generación de portátiles y tabletas Surface.
Si tuviéramos que quedarnos con un único adjetivo para describir lo presentado por Microsoft en su evento sería emotivo, y es que el responsable de Windows no solo no ha omitido el aspecto emocional en su presentación, sino que ha hecho de él su principal argumento. Atrás quedó el vigor pragmático de la era de Steve Ballmer, y más lejos todavía la imagen de gigante corporativo y formal que acompañaba a Bill Gates; el Microsoft de Satya Nadella apela a los sentimientos, pero posiblemente de una manera excesivamente forzada. Las constantes alusiones a la familia y los sentimientos han salpimentado la presentación de una nueva gama de convertibles y hasta un inesperado conejo que ha salido de la chistera: el retorno de Microsoft a los móviles.
Sinfonía ha sido el eslogan vertebrador de un evento que ha sido inaugurado y clausurado por el CEO de la compañía, pero cuyo maestro de ceremonias ha sido el jefe de productos, Panos Panay, el principal ariete de los de Redmond en estos motivos. Como toda buena sinfonía, se ha comenzado con los suaves acordes de los violines para luego ir aumentando el ritmo de una secuencia muy previsible, pero para concluir con un final tan explosivo como dramático, que Panay ha sabido administrar teatralmente con sus silencios. Y no era para menos: los trombones anunciaban el regreso, ni más ni menos, de Microsoft al mundo de los móviles.
Surface sigue creciendo
El espectáculo de casi hora y media de duración -en la que no ha habido ni un solo segundo sin contenido- ha dado comienzo con la presentación de los Nuevos Surface Laptop 3, los grandes herederos del concepto laptop en la casa. El fabricante quiere huir de las incomodidades propias de una computadora y por ello ha dotado a estos equipos de un sistema de arranque instantáneo, mediante el cual, tras abrir la tapa, el ordenador está listo para utilizarse. En esta misma línea, los nuevos Surface Laptop 3 presentan un sistema de carga rápida con el que en menos de una hora conectados al enchufe, pueden cargar hasta un 80% de la batería, «como sucede en los móviles», nos han recordado.
El siguiente plato tampoco era desdeñable: los nuevos Surface Pro 7, tal vez más centrados en una mejora incremental sobre el modelo precedente, no han robado excesivo protagonismo al siguiente protagonista, el Surface Pro X, un convertible que es movido por el chip SQ1, confeccionado en conjunto entre Microsoft y ARM. Si el Pro 7 era a grandes rasgos una mejora sobre el modelo precedente, el Pro X es el gran protagonista de la gama, contando con marcos muy finos, un stylus con funcionalidad que nos recuerda inevitablemente al Pencil del iPad, un hardware dedicado a la Inteligencia Artificial y dos obligados puertos USB-C.
Móviles y ‘airpods’
La sinfonía seguía su curso de una manera muy previsible, convenientemente acompasada con las calculadas pausas y silencios de un histriónico Panos Panay, cuando de pronto, se anunció por sorpresa los Surface EarBuds, unos auriculares que recuerdan sin dudarlos a los AirPods de Apple, pero que ofrecen una lógica integración con Surface, Cortana (mediante un sistema de traducción simultánea) y control táctil mediante gestos. La fiesta parecía que se animaba ante lo que, a la postre, sería un fuego de artificio ante lo que vendría después: los asistentes no han podido disimular su sorpresa ante el anuncio del confuso e innovador Surface Neo, un extraño concepto que combina dos pantallas separadas mediante bisagras a las que se suma un teclado. Este equipo es indudablemente novedoso, pero no parece resolver una necesidad real del mercado. Y no es esto lo que podemos decir del plato estrella de la jornada.
Cuando estaban todos los asistentes recogiendo para abandonar la sala, Panay ha adelantado el clásico «One more thing» que en su día empleaba el difunto Steve Jobs para presentar su plato fuerte, y vaya que sí lo era: Microsoft ha anunciado su regreso al mundo de los móviles con el Surface Duo. Se trata de un móvil con dos pantallas unidas por una bisagra, «es mejor en dos pantallas que en una», ha afirmado Panay en clara alusión a los problemas que vive Samsung con su Galaxy Fold, pero que en lugar de una versión adaptada de Windows, lleva Android como plataforma. ¿Qué implicaciones tiene esta medida? La primera es que el dispositivo se beneficiará de un amplio abanico de aplicaciones (que deberán ser adaptadas, lógicamente, al dispositivo), y la segunda es que es la primera vez que los de Redmond ofrecen el hardware a una plataforma rival (en tiempos de Windows Phone).
En realidad, Surface Duo ha dado mayor coherencia al Neo, que no es sino una versión más grande, pero sin conexión móvil y que sin duda abre paso a una nueva e inesperada era. La sinfonía de Panos Panay ha alcanzado en este punto un clímax insospechado y avanza un final de 2020 apasionante, ya que Microsoft planea lanzar su revolucionario móvil de cara a las navidades de ese año. En la era de Satya Nadella no se puede dar nada por imposible; ni siquiera que Microsoft lance un móvil… con Android.
Por: El País