En un mercado en el que la diferenciación entre productos y servicios ya no reside solo en la calidad o el precio, muchas marcas han comenzado a apostar por el denominado propósito.
Este compromiso social que muestra los valores de las compañías y se traducen en acciones e iniciativas que crean un impacto social positivo en el entorno, se han convertido en la aspiración de la mayoría de las empresas.
Sin embargo, cuando se trata de ponerlas en marcha, la inversión sigue siendo insuficiente. Así lo refleja un estudio de The Economist, presentado durante el festival Cannes Lions 2019 y realizado a 1.400 ejecutivos de 103 países.
Los resultados muestran que, pesar de que el 70% de ellos señala la importancia de operar con propósito social, el 78% reconoce que las compañías hablan más sobre ello de lo que invierten a largo plazo para hacerlo realidad.
Son las mujeres las que más se preocupan por este tema con el 87% de ellas señalando la importancia de las acciones sociales, en comparación al 68% de hombres que aseguran lo mismo.
Asimismo, el 62% de las mujeres opina que las compañías con propósito adquieren una importante ventaja competitiva frente al 47% de los hombres y, mientras el 76% de ellas creen que los consumidores exigen responsabilidades a las marcas en cuestión de valores, el porcentaje desciende hasta el 63% en los hombres.
Pero las diferencias de percepción no solo se hacen evidentes en el género, también en las distintas regiones. Por ejemplo, en Latinoamérica, el 83% de los ejecutivos creen la conversación en torno al bien social de sus empresas no se refleja las inversiones a largo plazo, porcentaje que desciende en el caso de Europa (80%) y Norteamérica (76%).
Por: marketingdirecto.com