La llegada del COVID-19 dejó un mantra muy claro en México: aquellas empresas que mejor adapten sus procesos y apuesten por preparar a sus colaboradores son las que sobrevivirán a cualquier crisis. El 58% de organizaciones en México considera que más de la mitad de su fuerza laboral necesitará reforzar sus habilidades y capacidades dentro de los próximos tres años para volverse más resilientes, de acuerdo con la consultora Deloitte.
Ahora, empezar a dotar a la plantilla laboral de competencias humanas que les permitan moverse en un mundo donde la virtualización del trabajo es mucho más preciado que tener a colaboradores que solo son hábiles a nivel técnico, asegura Orlando Mejía, socio líder de capital Humano en Deloitte en México.
«El COVID-19 requirió que desarrolláramos algunas habilidades más rápido. En un mundo de constantes avances tecnológicos, el que yo técnicamente sepa cómo hacer algo es menos relevante a que sea hábil comunicando, que sepa trabajar en equipo, que sepa solucionar problemas y conectar conceptos. Las competencias que anteriormente eran suaves ahora son las más importantes», comentó el especialista en la presentación de las Tendencias de Capital Humano en México.
De la mano de este indicador, la gestión del conocimiento es la principal tendencia en cuanto a los objetivos de la empresa sobre sus colaboradores. El hecho de que la organización apueste por el desarrollo de competencias individuales impactará en el colectivo de la empresa. En este sentido solo el 53% de personas encuestadas considera que el lugar donde trabaja está listo para enfrentar el reto. La ética en el futuro del trabajo es la segunda tendencia más importante detectada por Deloitte. En este sentido las empresas encuestadas identificaron los requerimientos legales y regulatorios, la rápida adopción de la Inteligencia Artificial, los cambios en la composición de la fuerza laboral y presión de grupos de interés externos como los principales ámbitos a resolver.
Con la implementación del home office, las empresas han redoblado sus esfuerzos por mantener unidos a sus colaboradores, reforzando el sentido de pertenencia en ellos. Este es otro de los ámbitos más repetidos entre los encuestados; Deloitte detectó que solo el 26% de persona encuestadas expresó que un entorno donde reciben un trato justo y pueden ser ellos mismos genera este factor. Aun cuando el COVID- 19 puso en el centro de la mesa el cuidado de la salud y el bienestar emocional de las personas, solo 26% de organizaciones está preparado para abordar el tema. Esto ha sidos consecuencia de que los programas de bienestar suelen elaborase bajo la perspectiva de la persona en el lugar de trabajo y no en la persona como parte de ese trabajo, puntualiza el estudio de Deloitte.
Por Estrategia y Negocios