Más allá del significado futurista que se le da a la inteligencia artificial (IA), este concepto se refiere a la capacidad que tiene una máquina de aprender a partir de algoritmos. Estos son programados para que reconozcan datos no estructurados como imágenes, audio, video o texto, y logren automatizar ciertos procesos, ya no mecánicos, sino avanzados.
En pocas palabras, “es un área de estudio dentro de la programación que lo que busca es, a partir de procesos, simular la inteligencia humana”. Así lo define Luisa Echeverry, Directora de Desarrollo de Negocios de Castleberry Media.
Catalina Salazar, Chief Operating Officer de Iprospect Colombia, comenta que existen tres tipos de inteligencia artificial. La primera es la inteligencia artificial fuerte; en esta los desarrollos tienen como objetivo simular genuinamente el razonamiento humano. La segunda es la inteligencia artificial débil, que puede considerarse como una evolución de los procesos de automatización. Y en medio de estas dos está la Inteligencia artificial híbrida, que son aquellos sistemas programados para actuar cómo el razonamiento humano, pero no son sujetos 100% a este. Esta forma de IA es la que más se utiliza hoy en día.
“Un ejemplo de esta aplicación es el procesamiento avanzado del lenguaje natural. Estas plataformas transforman los datos en lenguaje natural, de la forma en que un humano escribiría. Mientras que las plataformas con IA débil, o procesos de automatización, simplemente convertirían los datos en texto”, asegura la vocera de Iprospect.
Aplicación al marketing
En la práctica se pueden generar algoritmos de inteligencia artificial para medir cualquier cosa, basados en ciertos parámetros que respondan a una necesidad puntual. Las plataformas publicitarias brindan muchos datos para trabajar, entre ellos impresiones medibles, tasas de clics, niveles de oferta, datos demográficos de las audiencias y otros. “La IA es un complemento natural para el procesamiento multivariable de esta información, la cuál las personas no pueden aplicar por sí mismas”, asegura Catalina Salazar.
Las marcas están comenzando a utilizar la inteligencia artificial para identificar y segmentar de manera inteligente audiencias, crear creatividades, probar variaciones, mejorar el rendimiento y optimizar el gasto, automáticamente, en tiempo real y a gran escala.
Conocimiento del consumidor
Una de las aplicaciones más comunes es en el conocimiento profundo del consumidor. “La IA logra entender los comportamientos, las razones por las cuáles un consumidor compra o no; así como identificar cual es el canal más adecuado para la comunicación. De esta forma, es capaz de tomar desiciones sobre qué mensaje y qué canal utilizar para poder incrementar variables estratégicas de negocio”. Así lo aseguró Byron Quintero, gerente de IData.
Quintero asegura que la IA no solamente abarca los modelos predictivos, también es capaz de hacer análisis de video para identificar el comportamiento del consumidor en punto de venta; análisis de imagen para identificar marcas, y hasta análisis de audio para detectar el nivel de satisfacción de la persona.
Todo depende de los parámetros y la data que se tenga en cuenta a la hora de programar el algoritmo.
Beneficios
“La IA logra extender las capacidades humanas para analizar una gran cantidad de datos y tomar decisiones mucho más precisas; esto garantiza la rentabilidad y la competitividad de los negocios”, aseguró Byron Quintero, CEO de IData.
Para Luisa Echeverry, de Castleberry Media, la inteligencia artificial también permite medir las estrategias de marketing, dejando a un lado la subjetividad de los equipos editoriales y creativos, y poder decidir de una manera más informada. “Además de la precisión la IA logra escalar procesos y personalizarlos”.
Por Revista PyM