Hace un año, un estudio de una compañía de tecnología móvil intentó estimar cuánto
scroll hacíamos en Europa. Lo hizo usando metros. Según sus cálculos, y dado que
en Europa se hacía scroll durante una media de 62 minutos al día, se lograba un
equivalente en distancia de 180 metros. Era el equivalente a un campo de fútbol y
medio.
Si los datos no se limitaban al usuario medio y abordaban al usuario más intenso,
los números se disparaban. Eran 700 metros de scroll diario: el doble de la altura de
la Torre Eiffel.
Lo interesante era, señalaban en uno de las conclusiones de OnePlus, que muchas
veces los usuarios no se daban cuenta de que estaban pasando tanto tiempo en sus
móviles. De hecho, la mayoría de las veces casi se podría decir que se hacía scroll
por inercia. El 59% de los encuestados en el estudio apuntaba que cuando navegaba
en su smartphone no estaba buscando nada concreto.
Y, ahora, a un año vista no es difícil imaginar que los números han aumentado y
que el uso de estas plataformas ha ido en aumento. Durante los meses de
confinamiento y el pico informativo de la pandemia de coronavirus, los ciudadanos
estaban también en un momento de pico de consumo de contenidos.
Muchas plataformas servían para acceder a la información, pero el móvil era uno de
los grandes favoritos. Según datos de App Annie de los primeros tiempos del
confinamiento, el uso de apps móviles se había disparado. En el primer trimestre
(que al final solo incluía un mes de los de ese pico de uso), el crecimiento había
sido del 20% en tiempo de uso.
Cualquiera ciudadano puede comprender por qué ocurría esto pensando en sus
propios patrones de uso. Nos pasábamos el tiempo haciendo scroll de las últimas
noticias y conectando con nuestro entorno vía aplicaciones móviles.
Cerraremos 2020 con una media de 4 horas móviles diarias, los tiempos móviles no paran de aumentar y el smartphone está cada vez todavía más integrado en la vida de los consumidores. El último estudio viene de EstadosUnidos y ayuda a comprender cómo se ha asentado el dispositivo en el día a día,
casi como un apéndice más de la vida cotidiana. Según datos de eMarketer, en 2020
los adultos pasarán de media 4 horas y un minuto usando internet móvil cada día.
De todo ese tiempo, 3 horas y 35 minutos serán en aplicaciones móviles.
El crecimiento ha sido notable. Frente a 2019, se han ganado 25 minutos más en la
media, por encima de la tendencia previa (en 2019 se ganaron 20 minutos frente a
2018, pero los saltos previstos en el futuro son mucho menos elevados).
Como explican desde la firma de análisis, ese salto viene marcado por los patrones
de uso de la crisis del coronavirus. Es decir, la pandemia ha acelerado la conversión
móvil y ha aumentado nuestro uso y dependencia del terminal.
Más peso del marketing móvil
Todo ello deja claro que los marketeros deben dar más y más importancia al
marketing móvil y que deben integrar al terminal de forma clara en su estrategia de
conexión con el consumidor. Olvidar al móvil o no darle una posición preferente es
un error de peso, ya que lo quieran o no los consumidores van a buscar a la marca
en ese escenario y esperan encontrarla.
Esto implica no solo trabajar para tener una presencia móvil clara, sino también
diseñar publicidad a medida o integrar el móvil en lo que se está haciendo en otros
canales, con una voluntad omnicanal.