En la era digital, las plataformas de streaming como Twitch han revolucionado la manera en que consumimos contenido, ofreciendo una ventana abierta a la interacción en tiempo real entre personas creadoras y espectadoras.
A menudo, los canales de streaming presentan contenidos que, intencionadamente o no, refuerzan muy mucho los roles de género, mostrando a las mujeres y promoviendo rivalidades tóxicas entre hombres, lo que plantea serias preguntas sobre el impacto cultural y social de estas plataformas.
En particular, el ámbito del gaming en streaming, con su creciente popularidad, ha sido criticado por perpetuar y a veces glorificar videojuegos con contenidos y narrativas machistas, donde los personajes femeninos son frecuentemente retratados de manera infantil, estereotipada y cosificada.
Esta representación no solo afecta a la percepción de género entre los espectadores, sino que también influye en la experiencia de las creadoras de contenido, quienes a menudo se encuentran en ambientes hostiles y poco acogedores.
La importancia de discutir sobre este tema en plataformas como Twitch radica en su vasto alcance e influencia sobre una audiencia joven y moldeable, lo que convierte a estos espacios en potentes herramientas para la educación y el cambio social.