La inteligencia artificial está cambiando constantemente por todo el mundo, haciendo ase que surgan diferentes sobre su impacto en nuestras vidas.
Desde la preocupación sobre cómo podría transformar el mercado laboral hasta cuestiones sobre su papel en nuestras rutinas diarias, la IA es un tema omnipresente.
Algoritmos de aprendizaje automático y sesgos de género
La IA se desarrolla a través de algoritmos de aprendizaje automático, alimentados por grandes cantidades de datos.
Datos que a menudo son recogidos de fuentes dominadas por perspectivas y prejuicios humanos, pueden llevar a que la inteligencia artificial reproduzca patrones que incluyan sesgos de género y, por ende, la sexualización de la mujer.
Para abordar y reducir los sesgos de género en la inteligencia artificial, es esencial adoptar enfoques integrales.
Además, garantizar la diversidad en los datos de entrenamiento para reflejar la complejidad humana, promover la concienciación mediante talleres y cursos éticos, y fomentar la participación activa de mujeres en el desarrollo tecnológico para diversificar perspectivas.
La implementación de auditorías periódicas y la creación de políticas éticas respaldadas por mecanismos de aplicación son esenciales.
Por último, la promoción de la transparencia en los algoritmos facilitaría la identificación y corrección de sesgos, contribuyendo así a una mejora continua.