En el marketing emergido de la era poscovid el propósito se ha convertido en el santo y seña de una disciplina, el marketing, que ha sufrido múltiples vaivenes en los últimos 18 meses y que baila al compás que marca un consumidor cada vez más comprometido con la sociedad de la que forma parte.
Además, el nuevo contexto marketero fuerza a las marcas a forjar relaciones de nueva hornada con el consumidor y cultivar con él experiencias de naturaleza dinámica.
De cara a año 2022 que asoma ya tímidamente en el horizonte el marketing deberá meter en la coctelera (para amalgamar de la manera más uniforme posible) a personas, datos y experiencias.
De acuerdo con Deloitte, estas son las 7 tendencias que marcarán el camino del marketing durante el próximo año:
1. El propósito como palanca para el éxito
Las marcas que se apoyan en propósito verdaderamente auténtico se aprovisionan de una importante ventaja competitiva, ponen su granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor y comparten su particular visión del mundo en sus comunicaciones con el cliente.
Puesto que casi todas las marcas compiten desde el punto de vista de la calidad y el precio, el propósito es un importante instrumento a la hora de alcanzar la anhelada diferenciación y dar alas a la competitividad.
2. El marketing abraza la inclusión
En tanto en cuanto el consumidor es cada vez más diverso, las marcas deben también reflejar de la manera más auténtica posible en sus mensajes los orígenes de su clientela.
Al fin y al cabo, el 57% de los consumidores admite su predisposición a procurar soporte a aquellas marcas que representan fielmente a su propia clientela y a sus valores. Y las marcas que se pertrechan de métricas de rendimiento desde el punto de vista de los objetivos DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) crecen más rápido que sus directas competidoras.
3. Creación de un motor de inteligencia creativa
El marketing orbitaba otrora única y exclusivamente en torno en la creatividad, pero en los tiempos que corren es también extraordinariamente deudor de los datos y el análisis.
La capacidad de análisis es, no en vano, una de las cualidades que los CMOs buscan con más fruición en sus equipos de trabajo.
Para encaramarse a la cima del éxito los CMO deben propugnar necesariamente la colaboración entre equipos, tanto de naturaleza externa como interna (algo que cobra aún mayor importancia en los entornos híbridos de trabajo).
4. Conectar con el cliente en un universo «cookieless«
Aunque los consumidores continúan apreciando los anuncios relevantes, no pueden evitar tampoco cierta preocupación por la forma que se utilizan sus datos personales, sus preferencias de compra y sus hábitos de navegación.
De hecho, estamos a punto de inaugurar la nueva era «cookieless«, lo que fuerza a las marcas a arrojarse en los datos «first-party» y a implementar tales datos de manera sofisticada apoyándose en la optimización creativa de naturaleza dinámica y en la compra programática.
5. Diseñar «human-first data experiences«
Los consumidores contemplan con cada vez más escepticismo a aquellas marcas que siguen todos y cada uno de sus movimientos en la red de redes y hay en efecto una línea muy fina entre la utilidad solapada a la personalización y la intrusión en lo referente al uso de datos personales.
En los meses venideros las marcas deberán usar los datos a su disposición para agasajar con mejores experiencias al cliente respetando simultáneamente (y al pie de la letra si hace falta) las regulaciones de privacidad.
Las experiencias alumbradas por las marcas deben estar provistas de valor, propugnar la transparencia y empoderar a los consumidores para gestionar su propio «data journey».
6. Elevar las experiencias híbridas
Ahora que las marcas se mueven por fin como pez en el agua en los canales digitales llega el momento de que brinden al consumidor las mejores experiencias híbridas (aquellas en la que lo digital se fusiona con lo físico).
El 75% de los CMOs aumentará la inversión en experiencias híbridas en el transcurso de los próximos doce meses, y muchos marketeros fijan además la mirada en la hibridación de las experiencias a la hora de dar alas a la personalización (43%), la innovación (43%), la conexión con el consumidor (40%) y la inclusión (38%).
Las marcas pueden, por otra parte, elevar sus experiencias híbridas expandiendo las opciones brindadas al consumidor, integrando su «feedback» e invirtiendo copiosamente en infraestructuras tecnológicas.
Es vital además que las marcas se apoyen el diseño humano para hacer sus experiencias híbridas lo más ágiles y flexibles posible.
7. Dar fuelle a la atención al cliente con la inteligencia artificial
Brindar al cliente una experiencia dinámica implica ofrecerle la asistencia y la información que este necesita en el momento, el lugar y la forma deseada.
Y para ello resulta muy útil involucrar la inteligencia artificial en los servicios de atención al cliente a fin de apoyar adecuadamente al cliente en todo su «customer journey».