Facebook, WhatsApp e Instagram afrontaron ayer un inusitado «apagón» que se prolongó durante aproximadamente seis horas y que tiene ya la vitola de ser la caída más grave sufrida jamás por la compañía liderada por Mark Zuckerberg.
Las suspensión de Facebook durante un periodo tan prolongado de tiempo afectó también inevitablemente a sus arcas publicitarias (que en el momento de la avería estaban afortunadamente llenas hasta la bandera).
De acuerdo con los cálculos efectuados por la web especializada en fact-checking Snopes, a Facebook se le habrían ido por el sumidero 79 millones de dólares en ingresos publicitarios durante las seis horas que duró su «apagón».
Así y todo, más allá de los daños infligidos en el plano financiero por la caída, los perjuicios solapados al «apagón» podrían ser aún mas conspicuos desde el punto de vista reputacional para Facebook (pues ayer millones de anunciantes a lo largo y ancho del globo constataron que la fiabilidad de su plataforma era algo que no podían dar por sentado).
Conviene recordar que muchas empresas son fuertemente deudoras de la infraestructura que ayer saltó completamente por los aires. El 80% de los ingresos de Facebook y sus plataformas aledañas echa anclas en pequeñas y medianas empresas que están a menudo presentes en todos los productos de la red social, tal y como recoge The Drum.
Renee Murphy, analista principal de Forrester, apunta que parapetada tras la caída podría haber un problema deben los protocolos de puerta de enlace (BGP). «Si realmente estamos ante un problema de estas características, estaríamos hablando de un problema muy grave. Sería algo que no debería suceder nunca en una empresa con tantos datos en sus entrañas», dice Murphy.
Las marcas no deberían colocar todos los huevos en la cesta de Facebook
El «apagón» de Facebook habría puesto, por otra parte, sobre la mesa la necesidad de apostar por una estrategia de marketing omnicanal (y no colocar todos los huevos en una única cesta).
«La clave es apostar por un enfoque omnicanal e idealmente tener ya una estrategia convenientemente implementada si una plataforma en particular se cae. Del mismo modo que los consumidores no confían en una única app par su consumo de medios y su comunicación interpersonal, las marcas no pueden confiar en una plataforma para todas sus acciones de marketing«, enfatiza Aaron Goldman, chief marketer de Mediaocean.
«Los marketeros deben invertir en canales de la misma manera en que sus clientes consumen, lo cual implica moverse sin fisuras en todos las plataformas y pantallas disponibles. Para ejecutar una estrategia omnicanal, las marcas necesitan apoyarse en una plataforma centralizada que esté conectada a diferentes medios y canales publicitarios», asevera Goldman. De esta forma, «si Facebook se cae o no esta ofreciendo los resultados previstos, el gasto puede volcarse en otros canales y regresar allí una vez solventados los problemas», apostilla.
Desde el punto de vista de Goldman, las marcas pueden utilizar desafíos como el «apagón» de Facebook como una oportunidad para conectar de otra forma con sus clientes. «Es importante en todo caso tener una estrategia omnicanal para todo, desde la publicidad al contenido pasando por el comercio», sostiene.
La caída de Facebook ha tenido lugar en un momento particularmente problemático para la compañía, que hace solo un par de días fue acusada por una ex empleada de anteponer los beneficios a la seguridad.